Eran las cinco de la
mañana del día siete de Noviembre cuando nosotros, alumnos de las clases 4IL y
4LL del Liceo Lingüístico de Sulmona, despuès de muchos preparativos, salimos
para nuestro intercambio cultural con España.
Unos corazones llenos de
esperanza y unas maletas donde pusimos curiosidad, ilusión y alegría: todos
estabamos listos para empezar este viaje que nunca olvidaremos. El avión, las nubes
blancas, el cielo azul...volamos serenamente entre los brazos del viento y
después de tres horas de viaje, llegamos al aeropuerto de Málaga.
Al llegar, nuestras
primeras emociones fueron asombro y ganas de encontrar a nuestros
correspondientes españoles, que vivían en Torre del Mar, un pueblo cerca de
Málaga (en Andalucía) donde pasamos noches maravillosas. Cada día de la semana
visitamos una ciudad: Córdoba, Granada, Málaga, Antequera, Nerja y
Frigiliana....todas muy bonitas.
Los españoles nos acogieron
con cariño, mostrándonos su cultura: la comida (como paella, tortilla...), el
colegio, las costumbres...todo muy diferente de nosotros (sobre todo el horario
de las comidas y también el modo de saludar, pero todo muy hermoso y atractivo.
La semana pasó
rápidamente y nosotros teníamos que volver a casa, por eso nos despedimos de nuestras
familias españolas porque aquellas italianas nos estaban esperando. Estábamos
tristes porque teníamos que dejar aquel lugar tan estupendo, pero la falta de
nuestros padres y la conciencia de que después de unos meses volveríamos a ver
a nuestros correspondientes, nos alegraba.
De hecho, ellos llegaron
a Italia el 22 de Marzo y pasaron siete días conociendo a este país con sus
ciudades (Roma, L’aquila, Assisi, Subiaco y Sulmona), su cultura y sus
tradiones y sobre todo conociéndonos.
Hubo muchos momentos juntos:
las fiestas,los paseos, las charlas, las risas....un cariño que aumentaba cada
día más, una verdadesra amistad...
Pero como todas las
cosas bonitas, también esta situación tenía que terminar. Así, con tristeza,
entre lágrimas y abrazos nos despedimos de nuestros amigos españoles, pero sin
decir “adiós” porque a pesar de la distancia, las personas más queridas se
quedan para siempre en nuestros corazones.
Por esto, ahora que
nuestra aventura ha terminado, nosotros estamos aquí, de nuevo en nuestra vida
cotidiana, donde, sin embargo, entre una cosa y otra, nos pasan por la mente
todos los recuerdos.
Un intercambio cultural...para
aprender un idioma; un intercambio cultura....para comparar dos dulturas
diferentes; un intercambio
cultural...para conocer a unas personas tan lejos de nosotros pero tan
similares en la manera de pensar.
Italia – España, dos países
alegres, amables y calientes que espero que todo el mundo conozca.
ANGELA ORO 4IL
Nessun commento:
Posta un commento